MITOS Y LEYENDAS NÓRDICOS: LOS HÉROES DE HIELO Y FUEGO.

Iduna, hermana de Svald, de James Doyle Penrose /1862-1932).



«El mito es, por consiguiente, el  principio y el alma de la tragedia».

Aristóteles. Poética.


«Los hechos no vienen antes; la verdad es la primera».

G.K. Chesterton.



Según nos cuenta el poeta irlandés Padraic Colum en su Children of Odín: Nordic Gods and Heroes (un acercamiento de la mitología escandinava a los más jóvenes, lamentablemente no traducido al español), las viejas historias de los hombres del Norte relatan que una vez hubo otro sol y otra luna; un sol diferente y una luna diferente de los que vemos ahora y de los que habrá después. Y al igual que ocurre con el sol y la luna que ahora vemos, corrían tras ellos los lobos, los cuales terminaron alcanzaron y devorando a ambos. Y esto mismo sucederá ahora.
Y cuando suceda, el mundo enmudecerá y se volverá oscuridad y frío.
Pero antes de que acontezca esta catástrofe vivirán los dioses, Odín y Thor, Hödur y Baldur, Tyr y Heimdall, Vidar y Vali, así como Loki, el hacedor del mal, del caos y de la confusión. Y reinarán bellas diosas, como Frigga, Freya, Nanna, Iduna y Sif. Y en ese momento, también habrá hombres y mujeres en el mundo. Y los gigantes de escarcha y hielo acecharán a dioses y a hombres. E igualmente, antes de que el sol y la luna sean devorados y antes de que los dioses sean destruidos para siempre, sucederán cosas terribles en el mundo. Los hombres lucharán entre sí, hermano contra hermano, hasta que todo sea aniquilado.
Y los terribles vientos y el fuego destruirán y quemarán la Tierra. Y el sol y la luna volverán a ser devorados y estos tiempos de oscuridad, se llamarán Ragnarök, el crepúsculo de los dioses. Y parecerá el fin...


La cabalgata de las Valquirias, de William T Maud (1865-1903).

Pero entonces aparecerá un nuevo sol y una luna nueva y ningún lobo los seguirá. Y La tierra volverá a estar verde y hermosa, más verde y hermosa que nunca, y de un bosque profundo que el fuego no habrá quemado, despertarán de su sueño una mujer y un hombre. Y de su descendencia se nutrirá la nueva tierra y sobre todos ellos reinará para siempre Baldur, el único dios que restará ya, tras su vuelta a la vida. Y nunca más habrá dolor, ni pena, ni gigantes de hielo, ni muerte.
Así nos lo cuenta Padraic Colum.
Al igual que la mitología griega, la escandinava es otro de los pozos de esencias del saber del que beber desde la juventud. Su fertilidad imaginativa es similar a aquella, si bien cierto es que no la cortejan tantos pensadores, escritores y poetas como a la grecorromana, aunque, al igual que esta, también nos da acceso a la filosofía perenne.
Por mitos y leyendas nórdicas se suelen entender aquellos que recogen tradiciones tanto germanas como escandinavas, celtas e islandesas.
El grueso de estas tradiciones y leyendas se encuentra en unas pocas obras: dos sagas islandesas llamadas la Edda Poética (mayor) y la Edda Prosaica (menor), los Poemas Escáldicos y el Beowulf, una de las cumbres de la poesía nórdica. Muy posiblemente lo recogido en estas obras pueda muestra la influencia en ellas del Cristianismo, y a su través, de la cultura Clásica, no parece albergar dudas. Como nos señala Borges, «el poeta de la epopeya de Beowulf no desconocía la Eneida, y en el título de la Heimskringla (Esfera del  Mundo), la obra más importante de la literatura de Islandia, se trasluce una traducción de la famosa locución latina ´orbe terrarum´». 

Sea o no esto así, lo cierto es que las dos sagas islandesas del siglo XII fueron compuestas después de que Islandia hubiera sido cristianizada durante más de cien años.
Por su parte, el poema anglosajón Beowulf, que se remonta al siglo VIII de nuestra era, y es, según muchos, el monumento épico más antiguo de las literaturas  nórdicas, registra la presencia de elementos cristianos y bíblicos, lo que en cierto modo es lógico, pues fue compuesto después de la conversión y cristianización de los anglosajones. El germanista inglés W. P. Ker, de manera lacónica y al suave estilo irónico de los británicos, nos facilita el siguiente resumen argumental del poema: «Un hombre en busca de trabajo llega a casa de un rey a quien molestan las arpías y, tras de ejecutar la purificación de esa casa, vuelve con honor a su hogar. Años después, el hombre llega a rey en su tierra y mata un dragón, pero muere por obra de su veneno. Su pueblo lo llora y le da sepultura». Calificar de molestia de arpías las incursiones sangrientas del gigante devorador de hombres Grendel y las hechicerías de su maligna madre, la loba del fondo del mar, parecen broma, lo mismo que su episodio con el dragón. Así que no se engañen, el poema es magnífico, apasionante y pleno de las maravillosas metáforas nórdicas. 

El verso final –y no solo ese verso–, ha sido comparado con la última línea de la Ilíada:
«Y deploran su muerte, lloran al rey, repiten su elegía y celebran su nombre», 
 versus,  
«Celebraron así los funerales de Héctor, domador de caballos».

Algunos de los libros comentados.

En español contamos con una magnífica versión del Beowulf realizada por Tolkien y editada por Minotauro y, algunas otras más simples y menos afortunadas, como el Beowulfo, de la Editorial Aguilar, en la Colección el Globo de Colores, y la versión de la colección Araluce adaptada por Manuel Vallvé.  

En cuanto a las leyendas y mitologías nórdicas pocas cosas tenemos adaptadas a los más jóvenes: las Leyendas Nórdicas, de la Enciclopedia Pulga (años 50), y las del mismo título de la Editorial Labor y de Ediciones Afha en la colección Nuevo Auriga. También en los años cuarenta la editorial Hymsa publicó, en su colección El mundo de la leyenda, el volumen titulado Sagas de Escandinavia. Recientemente ha salido al mercado una relectura modernizada de las Eddas por parte del famoso autor de cómics Neil Gaiman, titulada Mitos nórdicos (editorial Planeta), sobre la que no puedo pronunciarme, pues no la he leído, pero en todo caso estimo que el acercamiento habrá de hacerse con cierta prevención.  

Funeral de Beowulf, de John Howe (1957-).

Al otro lado del hemisferio Norte, también en las inmediaciones del Círculo Polar Ártico, el frío y el hielo se esconde entre la espesa niebla. Finlandia no es menos inhóspita que Islandia. Y esas nieblas y tempestades del norte son guardadas entre las páginas del Kalevala (que al parecer significa La Tierra de los Héroes), reunión de fragmentos de canciones heroicas recogidas por un folklorista y poeta finlandés del siglo XIX, Elías Lonnrot, sobre la base de las recopilaciones de poemas e historias populares hechas por los rapsodas rúnicos fineses, estonianos y lapones. Estas canciones hablan de Väinämöinen el Sabio (con aires de Odín y el tolkiniano Gandalf), de Ilmarinen o del malvado tramposo Lemminkainen y de la alianza maléfica de este con Louhi, la hechicera del Norte amargo, y contienen canciones, hermosas y expresivas metáforas, y enseñanzas moralizantes sobre todo tipo de temas. 

A la forma y manera de los cantares de gesta medievales, pero bebiendo de fuentes más antiguas, el Kalevala es una de las epopeyas europeas más impresionantes y bellas. El mismo Tolkien se sintió fascinado por el texto, llegando a influir en alguna de sus creaciones, como El Silmarillion.

En castellano tenemos varias ediciones del Kalevala, pero adaptadas a los más pequeños solo disponemos de Allá donde la Luna de oro, publicada por Espasa-Calpe en su colección Austral Juvenil. 
Ilustraciones para el Kalevala de Joseph Alanen (1885-1920).

En todo caso, quizás lo que nos ha llegado de esta mitología pagana y sus leyendas es menos puro que lo recibido de griegos y romanos antiguos, ya que contiene trazas, muy visibles, de una sobrevenida influencia cristiana. Nada tendría de extraño, pues sus mayores y más relevantes fuentes son reelaboraciones de poetas cristianos del Medievo. Así, por ejemplo, en el Kalevala, Väinämöinen crea el mundo mediante la palabra y la música de sus cantos, y en las Eddas, al igual que Nuestro Señor Jesucristo, Balder –uno de los más grandes dioses nórdicos-, muere y renace, e igualmente hay un fin del mundo, denominado Ragnarök, que como el Armagedon, dará lugar al advenimiento de un nuevo mundo futuro, perfecto, idílico e inmortal. 

La edición de Beowulf de Editorial Aguilar y la versión de Tolkien de; junta a ellas la adaptación del Kalevala de Espasa-Calpe.

Nunca podremos saber cuánto de estas coincidencias es influencia de la creencia cristiana de los poetas que las compusieron y cuánto debido a las denominadas semillas de verdad que anidan en el corazón de todo hombre y, que en ocasiones, alumbran su imaginación. Como dijo Tolkien a su amigo Lewis en una famosa conversación, dado que el hombre fue hecho a la imagen de Dios, no puede borrar la imagen de Dios en él ni en las cosas creadas. Y por ello, incluso los mitos paganos conservan una apariencia de la verdad eterna, aun cuando sea una verdad dañada. En realidad todos los mitos tienen alguna coincidencia o similitud con el denominado por Lewis, «único mito verdadero»: el Cristianismo. 

Y termino con un texto de San Justino, de quien proviene la expresión antes dicha de la semilla del Verbo:

«Los que han vivido y viven según la razón, o sea según el Lógos, son cristianos y están libres de miedo y turbación ... como sucedió entre los griegos con Sócrates y Heráclito y otros semejantes, y entre los bárbaros con Abraham, Ananías, Azarías y Misael y otros muchos... Mas los escritores todos solo oscuramente pudieron ver la realidad gracias a la semilla del Verbo en ellos ingénita.»

Quizá así sucedió con estos mitos y leyendas del Norte, quizás... en todo caso, acérquense con sus hijos a ellos; no se arrepentirán.


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Comentarios

  1. Buena entrada, Miguel.
    Una pregunta: ¿conoces la obra de George Dumezil?; para el caso que sí, ¿piensas que puede servir para profundizar en el conocimiento de los pueblos indoeuropeos?. ¿Cómo valoras su famosa "trifuncionalidad"?.

    Velocilector

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    1. ¡Muchas gracias!

      Solo conozco a Dumezil de referencia y simplemente tengo una noción muy superficial de su famosa teoría. Por lo tanto no tengo criterio para opinar.

      Un saludo.

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  2. Hay versiones para leerles cuentos a los de 3 o 4? En ingles me valen. Tambien me gusta mucho contarles leyendas islandesas.

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  3. En castellano no conozco otras versiones o adaptaciones que las comentadas (que pueden ser leídas a niños pequeños). En ingles es famosa la versión del matrimonio D'Aulaire (Edgar Parin d'Aulaire e Ingri Mortenson), titulada originariamente "D'Aulaires' Book of Norse Myths" y ahora reeditada como "D'Aulaires' Book of Norse Myths". Al parecer se trata de un libro de prosa fácil, donde encontrar -adaptada a niños de entre 4 y 7 años-, las grandes historias del norte: la creación del mundo, las luchas de dioses y gigantes y el crepúsculo de los dioses. Las historias son acompañadas de espectaculares litografías a todo color.

    Espero haberte ayudado.

    Un saludo cordial.


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    1. Perdón; el libro fue titulado originariamente como "D'Aulaire's Norse Gods & Giants ".

      Saludos.

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    2. Muchas gracias. Tiene muy buena pinta.

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  4. Magnífico tema, Don Miguel. La tradición nórdica, lo confieso, es una piedra preciosa para mi: releo sus mitos con toda la frecuencia que me es posible. Maravillosos, sin duda ninguna. Sobre Beowulf, le dejo un enlace, aunque posiblemente ya lo conoce:

    http://biblio3.url.edu.gt/Libros/An-Beow.pdf

    La segunda cita que escribe al principio, la de Chesterton: «Los hechos no vienen antes; la verdad es la primera», me parece muy pertinente cuando de mitos y tradiciones perennes hablamos: una Verdad anterior, primigenia, se expresa según los códigos de las diferentes culturas alrededor del orbe. Y al final, siempre pulsa lo trascendente.

    Saludos

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    1. Gracias Jordi. Un mundo literario fascinante sin duda.
      No conocía el enlace; se lo agradezco. Lo veré con atención.
      Un abrazo.

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  5. Estimado Miguel, quisiera saber qué edad es apropiada para introducir los mitos nórdicos a los niños. Luego de leer algunas adaptaciones para niños, no puedo evitar como madre pensar que son demasiado oscuras para un niño de 4 o 5 años. A diferencia de lo que usted, veo mas patente el paganismo en esas historias que los semina verbi o vestigios de una cristianizacion.

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