«La adoración de los reyes». Obra de Gennady Spirin (1948), de su libro «Los tres reyes». |
«—Pero, mi querido Sebastian, no es posible que tomes todo eso en serio.
—¿No lo es?
—Me refiero a eso de la navidad, de la estrella, de los tres magos y el buey y el asno.
—¡Oh, sí! En eso, sí creo. Es una idea encantadora.
—Pero no puedes creer algo sólo porque sea encantador.
—Pues yo lo hago. Es mi manera de creer».
Evelyn Waugh. Retorno a Brideshead
«Al día en que la tierra fue santificada como un hogar se le llamó Navidad».
Myles Connolly
Estos días navideños parecen hechos a medida de los más pequeños, lo que no tiene nada de extraño, pues ¿no es la Navidad la celebración del misterioso nacimiento de un Niño? Y ello, aun cuando sea un Niño extraordinario, uno cuyo amor «sostiene al sol y a las demás estrellas».
Y, puesto que Aquel niño fue obsequiado con varios presentes por unos nobles y sabios Magos, ¿no serán nuestros pequeños –que son los más cerca de Él se encuentran– quienes merezcan recibir, más que ninguno otro, algún regalo en conmemoración de tan inmortal suceso?
Por ello, pensando en estos obsequios navideños para los más pequeños, han venido a mi cabeza tres álbumes ilustrados. Unos breves libros que dan preferencia a la imagen sobre la letra, para contar el inicio de la mayor de las historias, y que estimo son un digno intento de hacer honor a la verdad y la bondad a través de la belleza.
LA HISTORIA DE NAVIDAD (1998), de Gennady Spirin
El primero de estos tres álbumes, La historia de Navidad (1998), contiene las maravillosas y exuberantes ilustraciones del artista ruso Gennady Spirin (1948-). Spirin es un prolífico ilustrador de libros infantiles, desde cuentos de hadas a historias clásicas de Shakespeare, Dickens, Pushkin y Tolstói, e incorpora en su particular estilo, tanto la herencia de artistas de su Rusia natal, como el gran Ivan Bilibin, como la múltiple influencia de los pintores japoneses de la ukiyo-e, de las tablas flamencas de los Brueghel y de los frescos renacentistas de Fra Angelico. Se trata de un hombre de profundas convicciones religiosas que no tiene reparo en mostrarlas a través de su obra, y respecto del cual se publico en su día en The Times lo siguiente:
«Spirin incorpora el rico color de Rafael —dorado profundo, azul y rojo carmesí— junto con el arte de la composición del maestro italiano, en muchas de sus ilustraciones. La precisión microscópica de su superrealismo recuerda al gran flamenco Jan Van Eyck, mientras que su increíble capacidad gráfica semeja la del artista renacentista alemán Alberto Durero. (...). Incluso a primera vista, los espectadores saben intuitivamente que este es uno de los maestros de nuestro tiempo. (...) Spirin es un mago que usa su pincel como una varita mágica».
El libro es una maravilla llena de detalles, color y borbotones de buen gusto, en cuya contemplación sus hijos se sumergirán largo tiempo.
LA HISTORIA DE LA NAVIDAD (2016), de Robert Sabuda
El segundo libro lleva por título La historia de la Navidad y es obra de Robert Sabuda (1965-), un artista que ha elevado la técnica del Pop-up al nivel de un arte, y entre cuyos trabajos destacan, el álbum que nos ocupa y la ilustración de títulos como El maravilloso mago de Oz (2000) y Alicia en el país de las maravillas (2003). El libro está concebido como una sucesión de láminas en tres dimensiones, sin uso del color ni del detalle, pero que lucen adornadas con resplandecientes toques de oro y nácar, y a través de las cuales el artista muestra los principales sucesos de la Navidad en seis escenas deslumbrantes, que van desde la Anunciación a la Natividad. El álbum es una fiesta visual de ventanas emergentes en las que sorprende la pericia de este ingeniero del papel. Un tesoro navideño para compartir con toda la familia.
LA PRIMERA NAVIDAD (1983), de Jan Pienkowski
El tercero y último de los libros se titula La primera Navidad y es autoría de otro autor/ilustrador de solera, Jan Pienkowski (1936-), ganador de dos medallas Kate Greenaway, en los años 1971 y 1979. El artista polaco recrea el relato de la Natividad sin uso del color y con minucioso detalle, y lo hace siguiendo la estela del gran maestro Arthur Rackham, a través de unas maravillosas siluetas en negro que recortan las figuras protagonistas sobre fondos de colores intensos, resaltándose todo el conjunto con el acompañamiento de marcos dorados en cada página. Las ilustraciones son complementadas por fragmentos de los evangelios de Lucas y Mateo.
Si bien la historia es contada con una gran simplicidad, lo esencial de la Navidad está ahí, en los versículos bíblicos que acompañan a las imágenes, y en las imágenes mismas. Y aunque las láminas que ilustran el relato están llenas de anacronismos (El pesebre está en un pinar. Nazaret es una ciudad medieval, y cuando José y María huyen a Egipto, lo hacen en medio de una tormenta desde un castillo gótico), remitiéndonos a la estética e imaginería de un cuento de hadas, ello ha de ser visto como parte del encanto del libro, junto con los adornos de las páginas y la magnífica portada.
A pesar de que el álbum no ha sido traducido al castellano, la belleza de sus ilustraciones hace que valga la pena hacerse con él.
Hola! Sigo mucho tu blog y es estupendo, muchas gracias! No es por ser tiquismiquis, pero por si te interesa, existe una edición en español del libro de Jan Pieńkowski, que recuerdo haberle leído a mi hermana cuando era pequeña y que le he leído esta Navidad a mis hijos, se llama Navidad, y es de El Arca Junior, 1994. Un saludo!
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