Pocos saben que el famoso osito Winnie de Pooh está inspirando en una osa que, que luego de ser salvada de un cazador furtivo
en Winnipeg (de ahí el nombre Winnie), fue llevada al zoológico de
Londres, lugar donde el escritor Alan A. Milne y su hijo Christopher conocieron al
animal, al que visitaban con frecuencia. De ahí probablemente tomó Milne el
nombre, pero la verdadera inspiración la encontró en su hijo Christopher y en sus
juguetes de peluche.
Como en muchos otros casos de escritores que
devienen padres, Milne sintió el deseo y la inspiración de crear historias infantiles,
imaginativas y maravillosas, que finalmente plasmó al papel y publicó,
convirtiéndolas de inmediato en un éxito editorial que se ha extendido sin
interrupción hasta el presente. Porque lo cierto es que las historias del osito
Pooh son una de las obras referenciales de la literatura infantil y juvenil de
todos los tiempos.
Todos los protagonistas de las historias juntos; por E.H. Shepard (1879-1976). |
Como ya he dicho, el autor se inspiró en su
hijo Christopher y en el modo en que éste se relacionaba con sus juguetes. «Yo
más que inventarlos, los describí», confesaría.
Estas historias captan los sentimientos de un
niño (Christopher Robin) cuyos animales de peluche (encabezados por el osito
Winnie) cobran vida. Las diversas personalidades y temperamentos representados
en cada uno de los personajes exponen al niño a una gran riqueza y diversidad
de relaciones personales, haciendo claro hincapié en la amistad, todo ello bajo un
toque de humor suavemente irónico y delicioso.
El conjunto de los relatos –todas y cada una
de sus expresiones, giros o frases-, está redactado en un lenguaje acusadamente
infantil (pero en absoluto ridículo o estúpido), transmitiendo un realismo
mágico que, sin duda, traslada al adulto a su añorada infancia y sumerge al
niño en su propio mundo imaginario. Nada hay en el libro (realmente en los dos
libros de relatos: Winnie de Pooh (1926) y El rincón de Pooh
(1928)) que resulte inapropiado, estridente o anacrónico; todo, absolutamente
todo, los estallidos de poesía, la lógica primaria y sugestiva y el ambiente
inocente e ingenuo, encaja perfectamente, como un guante de seda, en aquello
que debería ser una infancia feliz.
Las historias están salpicadas de encantadores
y graciosos diálogos y muchos poemas (Milne demuestra aquí su talento para
captar la verdadera poesía para niños: aquella que es simple sin caer en la
estupidez. De hecho Milne escribió, con los mismos personajes, dos colecciones
de versos, Cuando éramos muy jóvenes
(1924) y Ahora somos seis (1927)).
Así, asistimos a una especie de cascada verbal llena de hallazgos afortunados;
Milne rompe, de vez en cuando, el flujo de la narrativa con poesía y canciones,
las cuales, a su vez, se funden en el relato, enriqueciéndolo, al igual que las
pequeñas gotas de lluvia alimentan los arroyos.
Una pequeña muestra es este breve poema de Pooh:
«Mis amigos riñen (y yo no me meto)
por ser propietarios de un pequeño abeto.
Buho dice: es mío, verdad, lo prometo.
Kánga dice: es mío, que poco respeto.»
De nuevo los protagonistas. E. H. Shepard (1879-1976). |
De la lectura del relato saca uno el
convencimiento de que Milne tenía un profundo conocimiento de lo que significa
ser niño, sabiduría que, seguramente, nacía de una esforzada e intensa atención
a todo lo infantil.
Dicen los expertos que sus libros son un claro ejemplo de trama
acumulativa, en la que se va agregando a la historia un personaje adicional en cada
nuevo episodio. No sé si eso será verdad, pero lo que si es cierto es que cada
uno de los animales protagonistas representa un rasgo de personalidad acusado,
que aparece vívidamente representado en todo lo que dicen o callan y en todo lo
hacen o dejan de hacer: Tigle es impulsivo, Iiyoo el asno, es tristón, Kanga la
canguro, es atolondrada, Conejo es irascible, Búho, pretencioso, Porquete el
cerdito, es humilde, tímido y apocado, y por supuesto el osito Winnie Pooh, que
es directo y simple, sin doblez ni malicia alguna. Todos ellos podrían ser un
grupo cualquiera de hermanos o compañeros de juego, que pueden regañarse o
amonestarse suavemente unos a otros, pero que no condescienden o juzgan, ni
muestran rasgos de crueldad o envidia; se ve claramente el afecto que unos y
otros se profesan. Estos dos pequeños libros son una buena lección para todos
sobre cómo amar a un amigo.
El mapa de El Bosque de los 100 acres. |
Las divertidas aventuras, al desarrollarse en
el ficticio “Bosque de los 100 acres”, lugar al que acude Christopher Robin todos
los días y donde habitan Pooh y sus amigos, hace voltear la mirada de los niños
hacia la naturaleza y el juego al aire libre. En suma, se trata de un mundo
seguro en el que las ocupaciones principales son comer, explorar, jugar y visitar
a los amigos, un utópico paraíso perdido de la infancia que invita a los adultos
a participar en la lectura a un nivel nostálgico.
Los dibujos que acompañan al texto fueron realizados
por el genial E. H. Shepard, con sus personales líneas, seguras y ligeras. Su diseño
y presentación, sin marco y con una disposición informal dentro, fuera y
alrededor del texto, era inusual en su tiempo y constituyó toda una novedad en
el campo de la ilustración de los libros infantiles.
Portadas de las dos ediciones de Valdemar. |
En España se han editado los dos libros en un
solo volumen titulado Historias de Winny
de Puh, por la Editorial Valdemar (aunque años atrás fueron editados en los
dos volúmenes originales por Altea, en una edición de peor calidad), en una
edición de bolsillo y en una edición en tapas duras magníficamente maquetada;
ambas versiones contiene las ilustraciones a color de Shepard. Una delicia de
libros que disfrutarán, no solo vuestros hijos (son libros propicios para leer
en voz alta y pueden ser seguidos por niños desde los seis o siete años), sino
también vosotros.
Espero que os guste tanto como a nosotros y a nuestras hijas.
Cómo podría contactar con usted de forma privada?
ResponderEliminarMi nombre es Belén
Buenas tardes, queremos hacer una página web un grupo de padres y quisiera saber si podríamos enlazarla en algunos comentarios con este blog . Por otro lado nos gustaría que nos dedicara alguna sección propia . Estamos realmente interesados por la calidad de su blog . Me gustaría contactar con usted para comentarle más ampliamente este tema. Gracias. Ya me dirá cómo podría hacerlo.
ResponderEliminarMuchas gracias Belen; me alegro de que les guste el blog. Si quiere déme su dirección de correo y yo, encantado, contactaré con usted.
EliminarUn saludo.
bperfecto@laboratoriobelenperfecto.com
ResponderEliminarPues quantas versiones del Winny the Pooh existe en Espana? Solo una? Soy estudiante de Polonia y nececito esta informacion para mi tesis.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarComo se dice en la entrada y salvo error, e español las historias de Winny de Pooh solo han sido publicadas por dos editoriales: Valdemar y Altea.
EliminarSaludos.