A continuación voy a hablarles de tres
pequeños cuentos que mi mujer y yo leíamos a nuestras hijas cuando eran muy pequeñas. Son
cuentos deliciosos, tiernos y sencillos.
Cada uno de ellos me trae gratos recuerdos y no me cabe duda de que merecen ser
leídos.
LA SEMILLA DE ZANAHORIA. Escrito por Ruth Krauss e illustrado por Crockett Johnson. 1945
Portada del libro. |
Se trata de un libro diminuto,
brevísimo y extremadamente simple. Sus autores, el matrimonio compuesto por Ruth Krauss
(texto) y Crockett Johnson (ilustración), este último de quien ya hemos
hablado, lo publicaron en 1945 cuando acababa de terminar la II Guerra Mundial y
su protagonista es un chiquillo que planta una semilla de zanahoria, a pesar de que su familia está convencida de que nunca brotará.
Tres ilustraciones del libro por Crockett Johnson (1906-1975). |
Krauss nos presenta, con solo 101 palabras, la historia de este pequeño niño
que se enfrenta a su madre, a su padre y a su hermano mayor para defender aquello en lo
que cree con pasión. Un chico audaz y testarudo, pero respetuoso y firme. La
semilla de zanahoria es una historia pequeña sobre la perseverancia y la fe, una
fe, ingenua, imperturbable y silenciosa, en una pequeñísima semilla de
zanahoria. Nada logrará quebrar la confianza del pequeñín, a pesar de que
sus parientes más cercanos traten de disuadirlo. Cuando hay pasión y fe hasta el más pequeño puede resistir. Al final, la fe y la perseverancia obtienen su premio y la
semilla, cuidada con paciencia y cariño, da su fruto. Los niños aprenderán que la confianza, el trabajo duro y la persistencia pueden ser premiadas con mayor recompensa de la esperada.
Un libro tierno y fuerte
a la vez.
Para los tres o cuatro años.
UN HOYO ES PARA ESCARBAR. Escrito por Ruth Krauss e illustrado por Maurice
Sendak, 1952
Portada del libro. |
Plenamente original en su enfoque y contenido, en este
"primer libro de primeras definiciones" la señora Krauss, con la
ayuda de los más pequeños, nos da un pequeño diccionario que contiene
imperdibles y preciosas joyas verbales; así junto a "Un
hoyo es para escarbar", que da titulo al libro, nos encontramos con el indeleble
"Las cejas son para ir por encima de sus ojos", el sólido "El
mundo es tener algo sobre el que apoyarse", los inmensamente lógicos "Una
concha marina es para oír el mar" y "Los gatos son para que tengas gatitos", o el decididamente práctico "Los botones son para
mantener a la gente caliente”.
Una de las ilustraciones de Maurice Sendak (1928-2012). |
Una pregunta que
surge al leer el libro es si Ruth Krauss realmente recogió estos dichos de los propios niños, tal es el
realismo infantil de su expresión. Sin embargo ella declaró que la mayoría habían sido de
invención, aunque su fuente original se encontrara en su extraordinario conocimiento de la infancia. Desde luego el libro es un claro testimonio de ello.
Los dibujos de
Sendak ilustran a la perfección, con sencillez y gran expresividad, la
colección de definiciones infantiles de Krauss.
Perfecto para
comenzar con nuestros hijos un juego fascinante en busca de divertidas y
disparatadas definiciones de las cosas más cotidianas y sencillas que nos
rodean.
De tres años en adelante.
BUENAS NOCHES LUNA. Escrito por Margaret Wise Brown e ilustrado por Clement Hurd. 1947.
Portada del libro. |
Margarert Wise
Brown tenía un enorme talento
para divertir, deleitar y reconfortar a los niños pequeños (sus más de 100
libros infantiles lo corrobora). Ella era particularmente sensible al sonido,
como lo demuestra este libro, en el que el silencio y los pequeños sonidos y ritmos
del entorno cotidiano del niño tienen gran protagonismo.
El texto de Margaret
Wise Brown nos presenta, en forma de rima, el ritual de un pequeño que da las buenas noches a todo a su alrededor. Es poco más que un catálogo rítmico de objetos, una lista de
detalles que anima a los niños que lo escuchan a buscar aquello que se menciona entre los
dibujos realizados por Clement Hurd.
Al hacerlo, las imágenes muestran
más de lo que las palabras pueden decir; logran
lo que Ronald Barthes llamó "unidad a un nivel superior" entre la
imagen y la palabra.
El libro trata de
un conejito que se prepara para dormir. El conejito, acompañado de su anciana
abuela, va diciendo buenas noches a todos los objetos de la habitación. La
"pequeña habitación" es un teatro, y tiene sus propias luces; hay una perceptible graduación de
tonos entre las páginas de apertura y el acogedor final,
de manera que la habitación gradualmente ensombrece.
Una de las ilustraciones finales del libro por Clement Hurd (1908-1988). |
Buenas noches Luna ha sido definido como un objeto de transición que contiene en sí mismo muchos otros objetos de transición, aliviando así las ansiedades que se presentan a los niños a la hora de acostarse, tranquilizándole antes de que las luces se apaguen para dormir. El ritmo pausado y suave de las palabras y las sencillas y gradualmente oscurecidas imágenes, ayudan a adormecer a los más pequeños. Puedo aseguraros que el libro, leído con suavidad y cadencia, conduce a los niños a un sueño apacible.
Libro de ritual excelente para leer
a nuestros hijos a la hora de dormir.
¡Qué fantásticos! Me encantaría que mis sobrinas que ya tienen niños pudieran conseguirlos.
ResponderEliminarMe haría mucha ilusión que así fuera ¿Tiene dificultades para encontrarlos?
EliminarSaludos.
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ResponderEliminarnislundcobbea