Nuestra protagonista. Autor desconocido. |
«Ana de las tejas verdes es, después de la inmortal Alicia, la protagonista más encantadora de toda la literatura».
Mark Twain
Esta novela es la primera historia
con la que mis hijas lloraron. Por eso no puedo olvidarla. Recuerdo que ambas, una
tras otra, cada una a su tiempo, acudieron a mí para hacerme saber, entre
orgullosas y turbadas, lo que acababa de sucederles. No puedo tampoco olvidar
sus ojos nublados por las lágrimas, algunas de las cuales caían despaciosamente
por sus mejillas, contrastando con una media sonrisa avergonzada.
Este libro es Ana, la de Tejas Verdes, de Lucy Maud Montgomery, el primero -quizás el más logrado-, de una
serie de novelas que relatan la vida de la huérfana Ana Shirley en Avonlea, en
la Isla del príncipe Eduardo, en Canadá, a principios del siglo XX (la novela
se publicó en 1908), y que recorren su vida desde su infancia, juventud,
casamiento y maternidad. La serie está compuesta de 8 volúmenes, publicados
entre 1908 y 1921.
Todos los libros de la serie en orden de publicación. |
Este primer libro nos cuenta su llegada a la Isla y su vida allí. Ana es huérfana desde los tres años y ha sido
enviada a la granja Tejas Verdes, en Avonlea, hogar de los hermanos Marilla y
Matthew Cuthbert, a fin de que estos la adopten. Pero se produce un doloroso
malentendido, pues los hermanos habían solicitado un chico fornido que les
ayudase con las tareas domésticas y el duro cuidado de la granja y no una niña
como Ana que, por tanto, resulta una gran decepción para ellos.
Sin embargo, Ana se sobrepone a este
inicial rechazo y se gana el corazón, no solo de Marilla y Matthew, sino de
toda Avonlea. Hará amigos (su mejor amiga Diana Barry), mantendrá una rivalidad
escolar (con Gilbert Blythe, luego amigo y más adelante esposo,), se encontrará
con enemigos (la odiosa Josie Pye), y cambiará para siempre al pueblo y sus gentes.
Ana y su mejor amiga, Diana Barry. Cuadro de James Hill. |
El personaje de Ana es, como nos
dice Twain, encantadora e inolvidable; huérfana de 11 años de edad, delgada y
pecosa, con sus dos trenzas y su pelo rojo, de verbo fácil e inagotable,
enérgica y optimista, imaginativa y romántica, Ana obtiene el cariño de todo
aquel que la conoce, principalmente los dos hermanos Cuthbert. Matthew la
aprecia desde un principio, como podemos apreciar por lo que dice ya en el
capitulo segundo:
– «Bueno, bueno,
Marilla, puedes hacer lo que quieras – dijo Matthew tranquilamente –. Sólo te
pido que seas tan buena y amable con ella como puedas serlo sin malcriarla. Me
parece que esta niña es de la clase de personas de las que se puede obtener
casi cualquier cosa con sólo conseguir que te quieran.»
Marilla tarda más, pero al final
termina queriendo a Ana como a una hija. Así le confiesa a Ana al final del
libro:
– «Te amo tanto
como si fueras mi propia carne y sangre y has sido mi alegría y consuelo desde
que llegaste a Tejas Verdes.»
Esta primera novela comienza con una
cita de Robert Browning extraída de su poema Eleanor Hope. La cita contiene una nota definitoria –e igualmente
profética-, de a quien vamos a encontrar una vez iniciemos el libro. Browning
dice: « (…) te hicieron todo espíritu, fuego y rocío»; y esto es Ana, espíritu,
fuego y rocío. El espíritu que cambia el interior de aquellos que la conocen, y
que se alza a través de la imaginación sobre las dificultades y asperezas de la
realidad cotidiana; el fuego que trasforma y purifica lo que toca, que
premonitoriamente el color de su pelo anuncia, y que se muestra en su
entusiasmo, su actividad incansable, su carácter volcánico y su fuerza, y luego
el rocío que limpia y da sosiego, pues tras su paso por Avonlea, las vidas de
sus gentes se vuelven más frescas y radiantes.
Mapa ficticio de la Isla del Principe Eduardo según las novelas. |
Como un acto deliberado y acogedor,
como quien envuelve entre sus brazos a su criatura, L. M. Montgomery acaba su
libro con un fragmento de otro poema de Browning, Pippa passes. La terminación es triplemente adecuada; primero,
porque así el libro acaba como empieza, completando un círculo perfecto,
segundo, porque a Ana le gusta la poesía victoriana, y que mejor que Browning
para abordarla y tercero, porque Ana se asemeja a Pippa, la protagonista del
poema, una pobre huérfana italiana que se refugia en una fábrica de hilado de
seda, pero que, a pesar de sus dificultades, logra conservar pura su
imaginación y su amor por la naturaleza, pues Ana padece también de orfandad,
es igual de inocente, e igualmente su fuerza reside en la alegría y la
imaginación con las que trasforma el mundo de Avonlea.
Este final es, además hermoso, pues
dice así: «Dios está en su cielo, todo está bien con el mundo»; no hay mejor
manera de acabar.
La novela toda es una apología de la
imaginación y Ana es su estandarte, un arquetipo de la imaginación cabalgando
sobre la inocencia.
Pero esta imaginación de Ana
descansa en algo más básico, en un pilar seguro que aportan firmeza a su fantasía
contagiosa. Y este pilar es su visión del mundo, su forma de asentarse frente
al mundo que la rodea, a pesar de que la parte del mundo en la que le ha tocado
vivir es dura, triste y desesperanzada. O al menos así nos parecería todos: una
huérfana, a quién nadie quiere y que incuso comienza su vida en Avonlea
asentada en un error y en un rechazo.
La protagonista y cuadro titulado Chica con trenzas de Samuel Henry William Llewellyn (1858-1941), que bien podría representar a Ana. |
Pero ello no solo no es obstáculo para
Ana, sino que es impulso, acicate, fuerza para sumergirse en su mundo
imaginario y desde allí remontar el vuelo cual alondra en la madrugada. Cuando
Marilla la lleva de vuelta al pueblo, con la idea de devolverla al asilo del
que había venido, dice nuestra protagonista:
–« ¿Sabe una cosa? – dijo Ana
confidencialmente –. Estoy resuelta a disfrutar de este paseo. Tengo una gran
experiencia al respecto, y sé que se puede disfrutar de todo cuando uno está
firmemente decidido a ello. Por supuesto, hay que estar firmemente decidido.
Durante nuestro paseo no voy a pensar en que tengo que volver al asilo. Sólo voy
a pensar en el paseo. Oh, mire, allí hay una temprana rosa silvestre. ¿No es preciosa?
¿No le parece que debe ser muy bonito ser una rosa? ¿No sería maravilloso que
las rosas pudieran hablar? Estoy segura de que podrían contarnos historias fantásticas.»–
Y así, a pesar de lo terrible de la
situación, se sumerge en la belleza de la naturaleza, en la maravilla de mundo
que la rodea, e involucra a su imaginación.
Y otra ocasión le dice a Mathew:
– « ¿No es
maravilloso pensar en todas las cosas que hay que averiguar? Simplemente me
hace sentirme contenta de vivir. ¡Es un mundo tan interesante! Sería la mitad
de interesante si lo supiéramos todo, ¿no es cierto? No habría campo para
la imaginación.»
Me recuerda Chesterton, me recuerda
a Newman. Al primero en su optimismo y su apología del asombro ante lo creado (pienso
en uno de sus versos, que se ajusta fielmente a la historia de Ana: «caminar en
la oscuridad con el corazón contento»), al
segundo en su proclama del mundo invisible que nos rodea sin que le prestemos
atención, ese mundo, quizás accesible a través de unos ojos que miren con
asombro, porque de esta manera ese «mundo invisible se hace más real que el
mundo visible que está en constante pasar ante nuestros ojos».
Me recuerda también este poema de E.
E. Cummings:
«Te doy gracias
Señor por este día asombroso/ por el espíritu que mueve verdeando los árboles/ y
por todo aquello que es natural, que es infinito/ (…) ¿cómo podría un simple
ser humano -alzado desde ese no de la nada absoluta-/ que le gusta tocar, ver,
oír, respirar,/ dudar de tu inimaginable existencia?».
Ana y Marilla y Ana y Gilbert. Ilustraciones de Troy Howell. |
Lectora precoz e imaginativa, amante
de la poesía y de las historias románticas, Ana se vuelve irresistible, de
verdad, tanto que aunque no se trata de un libro católico, ya que ni Montgomery
era católica ni el lugar donde se desarrolla la historia lo era tampoco
(Avonlea era una comunidad metodista; en todo caso el libro está, como hemos
visto, lleno de buenos valores cristianos), su magnetismo y atractivo llega a
con facilidad a nosotros los católicos. De esta manera, en la correspondencia que recibía
Montgomery, hay al respecto alguna que otra anécdota curiosa que no me resisto
a relatar.
Así, en una ocasión, una madre superiora
en un convento australiano dirigió una carta a la autora diciéndole que estaba
tan impresionada por sus libros sobre Ana, que cada noche se arrodillaba en la
capilla y rezaba para que algún día ella pueda convertirse al catolicismo. También,
en una de esas cartas, un sacerdote católico contaba que iba a llevar consigo
el libro de Ana a un retiro de monjas en el sur de Inglaterra. El sacerdote explicaba
que, si bien las monjas no debían leer libros seculares, como él pensaba que
disfrutarían enormemente de Ana, había conseguido una dispensa especial para que
las monjas pudieran leerlo.
Se trata, por lo tanto, de una
lectura muy recomendable (a mis hijas les encantaron todos los libros de la
serie, especialmente los cuatro primeros), de una frescura deliciosa y con un
personaje memorable que vuestros hijos no olvidarán.
Para niños (y no solo niñas), de 9 a
15 años.
Estimado Miguel: Gracias por la recomendación de esta preciosa colección de Lucy Maud Montgomery.Cada una de sus publicaciones las sigo desde el incio del blog.No solo es muy grato leer cada publicación y conocer acerca de lecturas que,independientemente de las recomendaciones en relación a la edad de los niños,busco también para disfrutar yo como lector por la dicha que tantas de estas obras nos donan.Y digo que no solo es grata cada publicación,sino que el blog en su conjunto tiene un extraordinario valor al exponer ésa belleza que habita en tantos textos que están allí esperando perfumar con su pureza el alma de tantas personas.Gracias por el maravilloso trabajo y por transmitir con tanto amor y conocimiento ése tesoro que habita en estas lecturas.
ResponderEliminarUn cordial saludo
Pablo
Muchísimas gracias por los ánimos, Pablo. De verdad que le agradezco las palabras.
EliminarSaludos.
Los leí y los compré para mi hija cuando era pequeña. Me encantaron los primeros. Los últimos son más flojos, se nota que los escribió obligada por las necesidades económicas, exprimiendo la historia más allá de lo posible.
ResponderEliminarEn todo caso, muy recomendables [para pequeños y grandes. Yo los leí siendo ya muy adulta :-)]
Tiene usted razón Conchita, los mejores son los primeros. Aún así el conjunto es estimable.
EliminarMuchas gracias.
Gracias Miguel por continuar con este blog!!
ResponderEliminarEstuve buscando estos libros de Ana y encontré de la misma autora otros como Historias de Avonlea, Kilmeny la del huerto, La novia espera, Valancy Stirling, Coleccion Emily, Coleccion La nina de los cuentos.
Quería consultarte si has tenido acceso a ellos, si también son recomendables o no.
Saludos. Enzo
Buenas Enzo, y antes de nada, gracias por todo.
EliminarRespecto a los títulos que refiere, realmente solo conozco los de Emily, tres libros con un personaje interesante (cuasi autobiográfico, dicen, pues trata de una muchacha que lucha por ser literata). Quizás para niños de 12 en adelante.
Los otros no los conozco directamente; se que "Historias de Avonlea" son cuentos que se desarrollan en el Isla y en los que parase Ana. Quizás sean interesantes. Si los lee ya nos dirá.
Saludos.
Enzo, son todos muy recomendables y divertidos! Te los recomiendo para mas de 13 años... y quizá después de haber leído Anne, porque a Montgomery le gustaba recoger personajes que había nombrado en Anne de manera secundaria, para posteriores e interesantes historias. En el caso de "La novia espera", "Historias de Avonlea", por ejemplo. Son historias geniales, muy divertidas! Pero es más jugoso cuando sabés que los personajes protagonistas de esas historias aparecieron alguna vez en Anne. Incluso hay apariciones dd la misma Anne en esas historias.
EliminarEl caso de EMily es distinto: es una trilogía mucho mas mordaz y menos infantil que la de Anne. Leí que Montgomery reflejó en su vida en muchos momentos de esta trilogía. A mí me gustó mucho,pero considero que es para edad más avanzada... unos 14 o 15 años por lo menos.
¿Ha leído usted "Noni y Mani"?
ResponderEliminarNo, no se nada de ese libro; quizás usted podría contarnos algo. Anímese, creo que sería interesante.
EliminarUn saludo cordial.
Hasta los 15 años? Tengo 25 y me sigue encantando. Por no nombrar a mi hermano... que los leyó de más de 20... de pura curiosidad por vernos a nosotras pasear por toda la casa con los libros!! Ahora se los compra a sus hijas.
ResponderEliminarMe alegro mucho de que le siga gustando. Los buenos libros no tiene edad.
ResponderEliminaralguien tiene idea de donde puedo conseguir los libros en español... les agradeceria mucho
ResponderEliminarYo los conseguí en mercado libre argentina (en librería Hernández pero creo que ya no los tiene) de una editorial bastante económica comparativamente que es la editorial Emecé de Planeta.
EliminarAquí te dejo algunos links: https://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-898072055-anne-la-de-ingleside-montgomery-libro-nuevo-_JM#position=12&type=item&tracking_id=96e69cf6-8265-4982-bfcb-b8cc5ef0bd07
https://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-840568063-anney-la-casa-de-los-suenos-de-montgomery-_JM#position=14&type=item&tracking_id=a1c5388b-df80-4607-b8f4-3c78f4a21955
https://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-895855122-l-m-montgomery-anne-y-su-pequeno-mundo-emece-_JM#position=11&type=item&tracking_id=5bd3baa7-9efc-4a99-a7ea-13fe5bf231e7
Espero que te sean de utilidad.
Igual me interesa conseguir los libros en español, agradeceria muchisisimo. De verdad quiero leerlos
ResponderEliminarMe encantó el pequeño relato, ¿cómo conseguir el libro con buenas ilustraciones?
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa editorial del fondo público hace poco una edición especial con toda la obra, la cual está disponible en Mercado Libre https://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-1114133479-coleccion-ana-la-de-tejas-verdes-_JM
ResponderEliminar¡Qué interesante! Conocí esta obra porque una prima mía la había leído en el colegio alguna vez y no sé cómo es que paré tomando el libro de su estantería y lo pedí prestado. Ya con casi 30 años estaba encantada leyéndolo. Una circunstancia desafortunada me hizo suspender la lectura pero ver esta entrada del blog me recordó lo mucho que lo estaba disfrutando y que lo tengo pendiente. Es verdad que es muy didáctico para enseñar a los niños a ver el mundo con asombro. A mí me estaba conmoviendo mucho y enseñando mucho también a ver el mundo con esa sencillez pura y entusiasta de Anne, sin importar los problemas que se presenten. Tengo 3 niños ahora y aunque Miguel dice que también pueden leerla los niños no puedo dejar de pensar que ojalá tuviera una hija para inculcársela a fondo jajaja realmente me parece que para niñas ha de ser espectacular. Buena lectura femenina sin ser feminista.
ResponderEliminarBuenas tardes le saluda Fiorela Isabel de Peru Moyobamba, conocí esta página gracias al Padre Javier Oliverra Ravasi, en su canal de youtube, comentarle que yo vi primera vez acerca de esta serie en Nexflix, me engancho en los primeros capítulos luego me decepcione porque se veía a una Ana muy feminista y luego incluyen ideologías LBGTB, así que no mire más, creo que lo han cambiado a lo que es realmente la historia, en Netflix esta como Ane con E. DIGAME QUE REALMENTE LA HISTORIA ES DIFERENTE
ResponderEliminarHola Fiorela! No, el libro no tiene contenido ideológico!! Quédese tranquila...
EliminarLa serie de Netflix no es para nada recomendable. Pero sí le sugiero como alternativa, la mini serie de Anne con Megan Follow de protagonista de 1985, es muy bella al igual que los libros. Saludos