Los cuentos de hadas rusos tienen algo especial. O
al menos esto nos parece a mí y a mis hijas. Quizás sea el alma rusa (esa
mezcolanza extraña entre afán de justicia, misticismo, pasión, hospitalidad y
el orgullo de ser rusos); creo no equivocarme si digo que de la misma brotaron
a borbotones, cual fuente inagotable de fábulas e historias, aquellos relatos que
se contaban en la vieja Rusia. Estos relatos son los que nos ocupan, recogidos más
tarde por los maestros (Tolstoi, Pushkin, Afanasiev) y que contaban los abuelos
de los abuelos de los abuelos…, aquellas historias que, según creían quienes
contaban y quienes escuchaban, habían sido ciertas una vez, cuando “el hombre
hablaba el lenguaje de los pájaros” y “cuando los santos todavía vagaban por la
Santa Rusia”. Hablo de los skazka o skazki (Сказка), los cuentos de hadas rusos. No sé por qué, pero si los cuentos de hadas tienen
algo mágico por naturaleza, y obviamente lo tienen, esa magia se hace
superlativa en Rusia.
¿Será acaso el escenario? la ancha
estepa, barrida por el viento, la boscosa taiga, densa y umbría; ¿será el
contraste climático y su influjo? el temor y temblor al largo frío invernal y
la apasionada bienvenida al amanecer del sol de primavera, fugaz y esquivo; ¿será
por ventura el amor a los animales y el estrecho contacto con los mismos? la
íntima camaradería con el heroico caballo, el pájaro resplandeciente, la presencia
constante del oso y el lobo, ¿o será más bien la peculiaridad de sus personajes?
el hermano pequeño, Iván, que casi sin quererlo, usurpará a sus hermanos
mayores la dignidad del héroe, las criaturas malévolas como Baba-Yaga, el viejo
Koschei, la Kikimora o el dragón Gorynych … quién sabe...
Ilustración para el cuento La princesa rana, de Ivan Bilibin (1876-1942). |
Además de la colección recopilada
por Afanasiev, tengo que recordar aquí (o mis hijas no me lo perdonarían), a algunos
de los genios literarios rusos que hicieron incursiones estimables en el mundo
maravilloso y fantástico de los cuentos de hadas.
Me refiero a Pushkin y a Tolstoi.
Pushkin era sobre todo un poeta; un
alma poética y genial, considerado por los rusos como el más grande de sus
poetas. Y como todo lo que hizo, los cuentos que escribió gozan de esa
genialidad y poesía.
Años más tarde Tolstoi también se
acercó con fortuna a los cuentos de hadas. Pero su motivación no fue ni el
interés por el estudio del folklore de un académico como Afanasiev, ni el
arrebato romántico y poético de un Pushkin. Tosltoi, movido por su preocupación
por la igualdad y la justicia tan precarias en una sociedad como la Rusia de
finales del XIX y principios del XX, se volcó en la educación de niños y
adolescentes y desarrolló una importantísima labor pedagógica. Para ello
utilizó, entre otras cosas, los cuentos y las fábulas, que escribió entre
1869-1872.
En España han venido publicándose sucesivas
recopilaciones de estos cuentos para niños de Tolstoi, pero la que manejamos en
casa es la contenida en un volumen titulado Iván
el tonto y otros cuentos. El cuento que más ha gustado a mi hija pequeña ha
sido el que da título al libro y ciertamente es una historia en la que Tolstoi
recoge una figura -ya comentada- del acervo tradicional ruso: la de Iván, el
hijo menor. ¿Puede Satanás corromper la pureza y la inocencia verdadera? Iván
hace el bien a sus familiares y vecinos sin esperar nada a cambio, y su pureza
e inocencia (de ahí el título de Iván el
tonto), desbaratan todos los intentos de seducción del rey de la mentira. En
todo caso debe destacarse que esta simpleza está representada por su falta de
sentido práctico, es decir, por su ausencia de mundanidad, por su falta de
adaptación al mundo material en el que vivimos; por contra, Iván es sencillo y
apacible y se conmueve fácilmente con la desgracia ajena, llegando a arriesgar
en aras de los demás su propia seguridad y sus personales intereses; es quizás
la representación de la figura de un santo.
Por último hablaré de un autor extranjero,
de un británico que vivó un tiempo por aquellas tierras y que aprendió a
amarlas al igual que a su cultura. Me refiero a Arthur Ransome, un autor
clásico de la literatura juvenil inglesa del que hablaré más extensamente en
otra ocasión. Fruto de ese amor fue la recopilación de cuentos que publicó en
1916 bajo el título de Los cuentos rusos
del abuelo Pedro, con la intención de fueran también conocidos por los niños
ingleses. Ransome recoge en su libro (publicado en dos tomos en castellano),
alguno de los cuentos que el mismo oyó, y los reelabora mediante una formula oriental
muy conocida: en una pequeña cabaña en medio del bosque, cada noche a la luz de
la lumbre, el abuelo Pedro cuenta un cuento a sus nietos Marusia y Vania. De
esta manera Arthur Ransome nos presenta veintidós deliciosos cuentos, con todo
el sabor de la estepa y el buen hacer literario de su autor.
Ilustraciones del libro de Ransome realizadas por Dmitry Mitrohin (1883-1973). |
Los cuentos que recopiló Afanasiev son imprescindibles...pero los de Pushkin...los de Pushkin son de una belleza insoportable.
ResponderEliminarEs el alma rusa, no hay nada cómo eso. Y ningún niño ni ningún adulto debería privarse de estas preciosas historias.
En casa hemos leído "El caballito jorobadito"... el protagonista es Ivan, el tonto...sera este el mismo relato que has comentado?
ResponderEliminarNo, es otro cuento, pero igual de bueno.
EliminarSe trata de un cuento de hadas escrito por el poeta Piotr Yershov que tiene como estructura base la ya comentada de un padre con tres hijos, los dos mayores listos y preparados y el menor -llamado Iván- que pasa por simple, pero que al final resulta ser el héroe y protagonista de la historia (otros cuentos que tienen esta estructura son, por ejemplo, el recogido por Afanasiev llamado "Zarevich Iván, el pájaro de fuego y el lobo gris" y el titulado "Sivka-Burka").
Se trata de un cuento muy famoso que hizo decir a Pushkin (contemporáneo del autor), que dejaría de escribir cuentos de hadas, ya que, según él, Yershov lo hacía mucho mejor.
Como ya he dicho, un muy buen cuento.
Un saludo cordial.
Gracias!
EliminarSi,si!!es muy bello el cuento. La traduccion que tenemos mantiene la estructura de los versos. Mis hijos saben algunos de memoria... Se parece a los romances tradicionales españoles.
Saludos!
Спасибо товарищ Miguel!
ResponderEliminar!Muchiisimas gracias Bulgarov¡
EliminarPrecioso y bello blog. Gracias! Recuerdo un hermoso cuento ruso sobre un buen artesano que añoraba ir al circo, pero su sueño se ve retrasado por ayudar a los demás. Lo recuerdan? Realicé una adaptación para la radio sobre esta historia y ahora lo he llevado a un auidocuento en youtube, los invito a todos a pasar por ahí, escucharlo, recordar, y disfrutarlo ... también déjenme sus comentarios por favor y si así lo desean suscríbanse para que le lleguen mis nuevos cuentos, cuentos hechos a mano, pero con gran AMOR Y VERDAD. Gracias!https://youtu.be/1Ig8mLo9scE
ResponderEliminarEste es el enlace al cuento en Youtube:
Eliminarhttps://youtu.be/1Ig8mLo9scE
Interesantísimo :)
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