ILUSTRADORES GENIALES (V): EN POS DE LA BELLEZA


Ilustración de Vittorio Accornero.




«La belleza es, sostengo, no un mero accidente para la vida humana que las personas pueden tomar o abandonar según lo deseen, sino una necesidad vital». 

William Morris




Maurice Boutet de Monvel (1850-1913).

La criada en armadura y a caballo, óleo de Maurice Boutet de Monvel que ilustra uno de los episodios de la vida de santa Juan de Arco.

Ilustrador galo cuyas delicadas representaciones de los niños franceses de la época reflejaban de manera encantadora el mundo infantil que Kate Greenaway había recogido, con igual encanto, al otro lado del estrecho. Boutet de Monvel se sintió especialmente atraído por la fantástica recreación de la infancia de Greenaway, lo que le inspiró a hacer lo mismo, si bien a la luz de su personal visión imaginativa. Su trabajo manifiesta gran inventiva y un solvente manejo de los contornos de las figuras, delicados pero firmes y resaltados por lavados de color armoniosos, todo ello quizá resultado de la influencia de los grabados japoneses de colores planos, tan propia de aquella época. Se ha llegado a decir, sin duda con exageración, que sus ilustraciones de doble página alcanzaban una nobleza y grandeza similares a los grandes frescos de las iglesias del Renacimiento. 

Dos ilustraciones del libro Niñas y niños: Escenas de la ciudad y de los campos.

Su primer gran éxito fue, Niñas y niños: Escenas de la ciudad y de los campos (1886), escrita por Anatole France, en la que con sensibilidad capturó la esencia tanto de los niños urbanos como de los campesinos, con sus juegos y sus quehaceres cotidianos. Antes había ilustrado libros recogiendo canciones tradicionales infantiles, como Viejas canciones para niños pequeños (1883) y Canciones de Francia para niños pequeños (1884), donde usó una hermosa estética en los colores y en el diseño con una precursora "línea clara" cuya sobriedad le otorga a los dibujos cierta elegancia. Las imágenes enmarcan el texto y sus pequeños personajes cantan y bailan sobre frisos en los bordes de las páginas, rodeando las partituras y las letras de las canciones. Así mismo, dio vida a una magnifica versión de Las Fábulas de La Fontaine (1888), de la que ya he hablado (Las fábulas). Pero su trabajo más espectacular fue Juana de Arco (1896), libro álbum (del que también he hablado aquí) en el que, en cuarenta y cinco acuarelas, Boutet de Monvel plasmó la vida de la santa a través de un boato de riqueza, de color y de armonía, celebrando, a un tiempo, el aspecto femenino, religioso y patriótico de la historia; su admiración por el luminoso arte de Fra-Angelico y las escenas de batalla de Paolo Uccello se expresa con grandeza y delicadeza en esta obra (la recreación de la batalla de Patay es fabulosa). 


El caos del conflicto, óleo de Boutet de Monvel que representa la batalla de Patay.

El libro fue un éxito rotundo para su autor, lo que le otorgó reconocimiento internacional. De este álbum comentó su hijo y también artista Bernard Boutet de Monvel: «su representación de la pequeña figura de Juana de Arco, tan seria y tan pura, es ciertamente la más conmovedora jamás concebida de ella».

Portada e ilustraciones del libro Viejas canciones para niños pequeños.

Su obra iluminó la escena de la ilustración francesa de la época aportando una representación seria y valiosa de la infancia que creó escuela. Ilustradores modernos como Hilary Knight (ilustrador de Eloise de Kay Thomson) y Maurice Sendak han reconocido la influencia del artista francés en su trabajo.

En español solo disponemos de una de sus obras, aunque sin duda la mejor, la ya referida Juana de Arco, editada recientemente por Thule en su colección Trampantojo en el año 2015.


Vittorio Accornero de Testa (1896–1982).


Ilustrador y pintor italiano. Antes de la Primera Guerra Mundial se había establecido como ilustrador de libros y pintor con el nombre de Victor Max Ninon. En la década de 1930 regresó a la ilustración del libro infantil y a su nombre original. Ilustró libros de cuentos y fantasía de hadas, donde se le ve desbridar un trazo claro pero admirablemente adornado, lleno de unos muy personales remolinos y curvas y situado en algún lugar entre art nouveau y art deco. Ilustra unos 60 libros, entre ellos los cuentos de Andersen, Perrault, Grimm y Madame D´Aulnoy, los cuentos de Shakespeare, y los famosos Pinocho y Corazón

En los años cuarenta y cincuenta escribe y presenta para Mondadori seis libros para niños, entre los que destacan Tomaso (1944), Giacomino (1949) y Tomaso cazador (1950). 


Durante su larga carrera, Accornero también diseñó trajes y disfraces para el teatro y el cine, así como escenarios y vestuario para La Scala en Milán. En 1966, fue contratado por Gucci para diseñar telas para bolsos de mujer y pañuelos. Entre ellos destaca la famosa serie de fulares Flora, creada en 1966 exclusivamente para Grace Kelly y cuyo diseño todavía está en producción hoy. 



En español se han publicado por Plaza Joven sus Cuentos de Andersen y sus Cuentos de Grimm, en 1988, en unas ediciones muy cuidadas.

Apeles Mestres (1854-1936).



Se trata de todo un precursor de la ilustración en España.  Uno de los más prolíficos ilustradores de su época y probablemente el primero que publica en un formato similar al cómic en su famosos Cuentos Vivos. Buscado por las editoriales, admirado por sus contemporáneos y muy respetado por las generaciones de dibujantes posteriores, sin embargo, sorprendentemente, no fue muy conocido fuera de Cataluña. Parte de su trabajo fue dedicado a los niños.

Ilustración para El Quijote y una lámina de sus Cuentos vivos.

Su quehacer se desarrolla en todos los campos en los que el dibujo era el medio expresivo básico: caricatura, humor, diseño gráfico, publicidad, ilustración de adultos e infantil, etc., de hecho abandona la pintura por considerar que el color es un añadido artificial al dibujo. Se enfrenta a su trabajo de ilustración con el mismo rigor documentalista que caracterizaba a los dibujantes de los libros de viajes; así, cuando recibió el encargo de ilustrar El Quijote, recorrió Castilla para imbuirse del paisaje que supuestamente recorriera el protagonista.


Sin embargo, una de las aportaciones más importante de su obra sería la imaginación y fantasía que desarrolló en textos ajenos, como los Contes d’en Perrault y Los cuentos de Andersen, en textos propios como Liliana, y en libros de escaso texto  como sus conocidos Cuentos vivos

Portada y frontispicio de la edición de Compañía Literaria.


En castellano todavía pueden conseguirse sus Cuentos de Andersen, reeditados en edición facsímil por la editorial Compañía Literaria en 1994. También Los Cuentos vivos han sido reeditados en facsímil por la editorial Glénat en el 2007.


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Comentarios

  1. Las ilustraciones de Maurice Boutet de Monvel,de "Niñas y niños: Escenas de la ciudad y de los campos", me recuerdan mucho a las obras de Carl Larsson. Son preciosas.

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    1. Tiene usted razón Conchita. Hay una similitud de estilo y hasta de temas (escenas familiares). Creo que coincidieron en París. De ahí puede venir la similitud de estilo tipo Art Nouveau, de sencillez y cálida cotidianidad, que florecía en aquel momento.

      Un saludo cordial.

      P.D. Me encantan sus ilustraciones; y sus cuadernos de tareas de lettering, y no solo a mí, también a mis hijas.

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    2. Muchas gracias, me alegro de que le gusten y a sus hijas. :-) Seguro que ellas se pueden animar a hacer sus propias agendas decoradas; es muy entretenido y creativo.

      Un saludo (Para ellas también :-) )

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    3. Gracias por su maravillosa labor, Miguel.

      Me parece que es posible que José J. Olañeta haya editado el libro "Niñas y niños: Escenas de la ciudad y de los campos" con el título de "Nuestros niños: Escenas de la ciudad y de los campos". Por si fuera el mismo libro lo comento porque parece precioso.

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